¡Estamos en otoño! Ha llegado el tiempo de los jerséis y, además de los partidos de fútbol y la caída de las hojas, es un buen momento para reconsiderar nuestra alimentación diaria. Dado que los productos frescos del huerto y del supermercado son cada vez menos, merece la pena dedicar un tiempo a comprobar si seguimos ingiriendo las 5-9 raciones diarias recomendadas de fruta y verdura. En los días fríos, las sopas son una forma estupenda de comer verduras y reconfortarse. Las sopas vegetarianas nos proporcionan la comodidad que deseamos, al tiempo que nos aportan los numerosos beneficios para la salud que conlleva el consumo de verduras.
Por desgracia, no todas las sopas son iguales, así que he elaborado una lista de lo que hay que buscar en una sopa de otoño perfecta:
- Verduras - Las sopas son una forma fantástica de incorporar muchos tipos de verduras en una comida. Al hacerlo, puede aumentar la fibra, los fitonutrientes y las vitaminas. No tenga miedo de añadir verduras como zanahorias cortadas en dados, espinacas picadas o calabaza a algunas de sus sopas favoritas. Estas adiciones aumentan el valor nutritivo sin quitar los sabores familiares que tanto te gustan, especialmente con sopas ricas como el chili.
- Alubias - ¡Las alubias aportan mucho a las sopas! Las alubias blancas se pueden mezclar con las sopas para hacerlas más cremosas y sabrosas, sin la adición de nata o leche. Las alubias negras y pintas son un buen sustituto de la ternera en chiles y guisos, sin grasas saturadas. Además, las alubias aportan fibra y proteínas, y tienen efectos antiinflamatorios e inmunoestimulantes.
- Crema - Mezclar alubias blancas o garbanzos en la sopa da un resultado cremoso al tiempo que aumenta el contenido de proteínas y fibra de la sopa. También puedes probar a mezclar 1 cucharada de almidón de maíz con un poco de caldo de sopa y volver a añadirlo para obtener cremosidad. Esto ayudará a conseguir ese efecto cremoso, sin las calorías ni las grasas saturadas que se encuentran en la nata espesa.
- Sodio - Al hacer sopas en casa, recomiendo esperar hasta el final para añadir sal. Dependiendo de las marcas de caldo, tomates enlatados o alubias que añadas, la sopa puede contener mucho sodio antes de que hayas añadido sal. Cuando compres sopas preparadas, comprueba la etiqueta y busca opciones bajas en sodio.
Una de mis sopas favoritas, la sopa vegetariana de lentejas y tortilla, ofrece una enorme variedad de 9 verduras en una sopa deliciosa y satisfactoria que gusta a todos. Me he dado cuenta de que es un éxito entre los niños, los compañeros de trabajo y todos los demás. ¡Pruébala!